Amores de lejos

Hace algún tiempo los amantes no siempre estaban juntos. Podían separarlos muchos kilómetros de distancia. El único medio de comunicación eran las hoy olvidadas cartas y las relaciones se mantenían mas que todo por una profunda ilusión, propia de tiempos más tranquilos y de costumbres rígidas. 

Hoy, mujeres y hombres buscan incansablemente lograr sus metas. Estudios, trabajo, viajes, hacen que las parejas se separen físicamente con la promesa, o esperanza, que su relación sobreviva.

Pero las cosas han cambiado mucho. La palabra y el compromiso no tienen el mismo valor casi sagrado que tenían antes. Nunca faltara alguien que odiosamente salga con el famoso dicho popular (reformado, por cierto): Amor de lejos, felices los cuatro.

¿Qué tanto tiene de cierto? ¿No puede mantenerse una relación a distancia?

La distancia es un factor muy difícil de manejar en una pareja. El contacto físico es algo que se quiere y se necesita al estar involucrado sentimentalmente con alguien. Si las condiciones en un momento dado obligan a que exista la separación, ambos deben estar preparados para asumir el cambio que esto implica.

Deben definirse los términos de la separación en cuanto al tiempo, al compromiso y al tipo de relación que se mantendrá. Saber por cuanto tiempo será la separación es fundamental. Una relación a distancia por un tiempo indefinido esta lamentablemente destinada a fracasar.

Para salvar un poco la distancia física, la comunicación no debe perderse, así como tampoco la oportunidad de reunirse. Cada quien debe llevar a cabo sus actividades, jamás encerrarse ni convertirse en dependiente de las circunstancias del otro.

Puede que funcione, puede que no. No existe una regla, un patrón, ni mucho menos verdad absoluta en cuanto a las relaciones. Finalmente, todo depende de cómo dos personas decidan asumir su unión.