Relaciones de pareja tras el primer hijo: problemas y soluciones

Traer un niño al mundo es una decisión complicada, que cambiará vuestras vidas

De pareja a trío

Si previamente la relación de pareja se mantenía bien, ahora muchos defectos que antes se pasaban por alto pueden relucir al introducir al bebé en nuestra vida diaria, ya que se debe prestar atención constante al bebé y los pequeños detalles se vuelven gigantes.
Sin embargo, si se pierde menos tiempo discutiendo sobre esos pequeños detalles que antes no nos molestaban, tendréis más tiempo para disfrutar del tiempo con vuestra pareja.

Labores del hogar

Los niños llevan ropa, mucha, y ensucian bastante, por ello las labores de limpieza, planchado y comidas se multiplican.

Organizar y ponerse de acuerdo en las tareas semanales y dejarlo por escrito evitará discusiones innecesarias.

Ser padres

Los hijos aprenden de sus padres, por tanto, es probable que las cosas que enseñen en las casas de ambos miembros de la pareja difieran en ocasiones. Por ejemplo, uno pudo tener padres más permisivos y el otro miembro de la pareja, mas rígidos.

Lo ideal es pensar en donde el bebé estará más seguro y si ello no interfiere con las labores del hogar, pues perfecto.

Para temas más complejos como cuándo comenzar con comidas sólidas, es mejor consultar con el pediatra y que le diga las pautas recomendadas.

Sexo y tiempo de pareja

Esto es lo que se ve más afectado, aunque tiene muchas soluciones, como darse de vez en cuando el gusto de una cita con tu pareja dejando el niño a cargo de otra persona de confianza, o, en caso de no ser posible, dedicar tiempo individualmente para hacer cosas que aumenten la autoestima.

Esto último requiere de un acuerdo de ambas partes en turnarse. Lo bueno es que sirve para recargar las pilas y volver con energías renovadas.