¿Amar o depender?

Hay quienes viven con tanto miedo que aceptan quedarse en su zona de confort con tal de mantenerse seguros. En muchos casos se conforman con relaciones mediocres de pareja. Otras veces se quedan junto a personas con un nivel inferior al suyo. Todo ello por temor a asumir el  el control de sus vidas. Cabría entonces preguntarles si aman o dependen.

Codependencia emocional

¿Cómo saber si amas de verdad o dependes? Respóndete desde la sinceridad plena, sin miedo a enfrentar la verdad. Una persona que depende de otra emocionalmente no es capaz de aceptarse a sí misma, ni a sus errores y menos sus propias virtudes.

Uno de los casos donde se observa una dependencia emocional es cuando se teme a la soledad, a estar consigo misma y explorarse por completo. Existe un temor paralizante a aceptar que no se es perfecto. Esta angustia le lleva a rodearse de inferiores, aferrarse a relaciones enfermizas donde se da el intercambio de acciones, sexo y dinero por afecto.

En este último caso, son muchas las personas que ofrecen dinero para sentirse aceptadas y queridas. Terapeutas describen esta acción como prostitución emocional, donde siempre se da algo a cambio por afecto de los demás.

Existe el caso de personas que aceptan ser los terceros de una relación extramarital. No saben el valor que tienen. Aceptan migajas de afecto. La baja autoestima les impide darse cuenta que el amor  propio engrandece y te lleva a un nivel diferente cercano a la verdadera felicidad.  

Toma el control de tu vida

No cedas el control a los demás. No permitas que otros te digan cuánto vales. Sal de tu zona de confort. Libérate de esas relaciones tóxicas, asume y afronta tus miedos, porque sólo así trascenderás ese escenario. El miedo sólo se elimina enfrentándolo.

No temas estar sólo, no temas aceptarte, no temas amarte. Abraza la idea de que eres un ser perfecto tal y como eres. Por tanto eres un ser de luz digno de dar y recibir amor. Anímate y suelta esos miedos que sólo sirven para presentarte escenarios enfermos de la vida. Atarte a la mediocridad, a la tristeza, a la desolación espiritual. Es tiempo de dejar de depender y comenzar a amarte desde el corazón hasta alcanzar todo tu ser.